Las crisis pueden ser nuestras aliadas aún cuando nos hagan sufrir,porque siempre representan una oportunidad de hacer uso de nuestras fortalezas personales,para afrontarlas,superarlas con valor y confianza.
Para conseguirlo es necesario pasar por un proceso de adaptación de lo sucedido,aunque nos resulte difícil,porque solo así podemos ponernos en acción para afrontarlo y resolverlo de la mejor manera.Si no lo hacemos,correremos el riesgo de que la situación se agrave,haciendo más difícil darle una solución.
Las situaciones inesperadas como:la pérdida de trabajo,una ruptura sentimental,una quiebre económica,la separación de amigos o familiares,pueden convertirse en una crisis que nos lleve a cuestionar nuestras creencias,nuestros valores y hasta la presencia de la divinidad en nuestras vidas,considerando injusto e inexplicable,todo lo que nos sucede.
Hay personas que se fortalecen en las crisis,mientras que otras,se debilitan,hasta llegar a considerar,que es una situación imposible de superar,sintiéndose victimas absolutas de lo sucedido.Es posible recuperar la serenidad,la fortaleza,el optimismo,la alegría y la motivación en nuestras vidas después de haber tocado fondo,para impulsarnos y salir de nuevo a la superficie,recuperar el control y el balance de nuestras vidas.¡Todo Pasa!.